Matot - palos de brocheta, mila_nesas, kofta de carne y otra buena sopa

Esta parashá, como muchas otras, toma su nombre del primer versículo de la parashá:

Habló Moshé a los jefes de las tribus (matot) de los hijos de Israel.. (Números 30:2)
Las tribus de Israel se preparan para entrar a la tierra de Israel y comenzar el período de asentamiento.

La Rabina Silvina Chemen en su libro Torá y Encuentro (Comunidad Bet El, 2009) reflexiona sobre dos palabras en hebreo que se usan para designar a tribus: matot y shvatim. Maté: palo, bastón y shevet: rama, brote, vástago. Ambas son usadas como símbolos de conducción, poder, y milagros. En esta parashá, a diferencia de ocasiones anteriores, se usa la palabra matot.

Luego de 40 años en el desierto, las tribus ya están consolidadas y organizadas para cada una tomar su lugar en la tierra de Israel. Cada una con su carácter e identidad – se parecen más a la madera de un tronco o un palo, que a una rama flexible y seguramente por eso el uso de “matot”.

Cuando alguna de las tribus decide separarse, como lo hacen las tribus de Gad y Menashé (Números 32:5), que prefieren quedarse del otro lado del río Jordán, esto puede ser un riesgo. El riesgo consiste en que la tribu/shevet se olvide del tronco que le dio origen.

Pero, como explica el Rav Pinchas Peli en Torah Today, Gad y Menashé le hacen saber a Moshé que esa no es su intención y se ofrecen a ser jalutzim (Números 32:17) en la conquista de la tierra junto con las otras tribus. Es que si bien eligen su propio camino y se quedan del otro lado, mantienen el compromiso y sus vínculos con todo el pueblo de Israel. Y es entonces que Moshé acepta su decisión y los considera 

liberados para con el Eterno y para con Israel (Números 32:22)
Cuando los vástagos se separan, es un riesgo. Pero, al igual que Moshé, son riesgos que hay que aceptar, en la seguridad que al igual que Gad y Menashé no van a olvidar sus orígenes.

Inspirada en palos y ramas, esta receta de unas brochetas - matot de verduras, quesos y frutas, frescas y coloridas.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2011/07/matot.html





Las palabras importan

Matot vuelve a reforzar la importancia de la palabra en nuestra tradición:

Cuando un hombre hiciere voto al Eterno ... no ha de violar su palabra; conforme a todo lo que salió de su boca, así hará. (Bamidbar / Números 30:3)
En "Los judíos y las palabras" de Amos Oz y Fania Oz Salsberger leemos:

"Una descendencia informada es la clave para la supervivencia colectiva. La peculiaridad judía es que, contar cuentos se constituyó en un precepto anclado en el texto. Desde la antigüedad, los padres tuvieron acceso a alguna forma de escritura desde la cual leerle a sus hijos. La fórmula “de generación en generación” fue literalmente esculpida en piedra, escrita en papiro, en cuero, y posteriormente en papel siendo codificada en la ley.

El pequeño libro que conocemos como la Hagadá de Pesaj, es un texto para la Mesa del Seder que nos acompaña desde Saadia Gaon. Desde entonces, padres y maestros leen los textos; las madres transforman el conocimiento en ricos platos y los sirven. Y los hijos y alumnos escuchan, cantan, discuten, memorizan y se nutren de la tradición.

En Purim leemos el Libro de Esther, que describe una historia sobre la diáspora judía y el intento de destrucción del pueblo a manos de un gobernante Persa “para que los judíos no olviden esos días, y su memoria perdure en sus descendientes”. Durante los siguientes dos milenios y medio lo celebramos con un surtido creciente de pasteles para endulzar la fiesta y la lectura colectiva y festiva de Meguilat Esther.

Otras fiestas siguen el mismo patrón: un relato escrito de un desastre evitado, cada uno de ellos con manjares especiales para chuparse los dedos.

Desde siempre, los niños judíos han venido regocijándose con los platos festivos, leyendo y recitando textos de amenaza y salvación. ¡Trataron de matarnos, sobrevivimos, comamos!

¿Qué magia mantuvo vivo a este templo familiar de memoria textual a través de 25 siglos?

Nosotros pensamos que la respuesta tiene algo que ver con la mezcla de pan y libros. Con esa leche materna única y verbal. Con la capacidad conjunta de las Tablas de Moisés con las Tablas de las cocinas maternas. Pensamos que la comida festiva familiar precedió mucho al púlpito de la sinagoga y al escritorio del estudioso."


La palabra humana tiene un efecto indiscutible en el mundo y la vida de las personas. La Torá resalta el poder de la palabra. Desde la creación (cuando Dios crea el mundo con la palabra), hasta el énfasis en cuidarnos de no insultar al converso o al discapacitado. Tenemos que ser muy cuidadosos con nuestras palabras, porque son poderosas. Tienen el poder de dañar o sanar, de elevar o denigrar.

Hace un tiempo aprendíamos de un maestro (la memoria nos falla y no recordamos cual maestro), que aquello que decimos es intangible, inmaterial, y por lo tanto las palabras toman vida propia. Si escribimos algo, lo podemos borrar; si rompemos algo, lo podemos pegar; pero una vez que las palabras salen de nuestra boca ya no podemos recuperarlas. Es como cuando mandamos un e-mail: toma vida propia y ya no podemos recuperarlo ni recuperar todas las veces que fue reenviado.

La palabra tiene capacidad de llevarnos a la acción y por eso esta semana nos inspira en hebreo.

Palabra en hebreo se dice: “mila” y esto nos inspiró a compartir la receta familiar de las mila_nesas de pescado que almorzamos los domingos, con pescado fresco que Dan compra a los pescadores de la rambla de Punta Gorda.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2012/07/matot-milanesa-cuidando-nuestras.html






Al final de la travesía de 40 años por el desierto, se realiza la asignación de las tierras para cada tribu. Justo antes del cruce del Jordán y la entrada del pueblo a la tierra de Israel, dos de las doce tribus (Gad y Menashé) deciden quedarse con su ganado en las tierras del lado oriental del río Jordán.

Entonces ellos se acercaron a él y le dijeron: Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros hijos (Números / Bamidbar 32:16)
Moshé condiciona esta decisión a que los hombres de ambas tribus acompañen a las otras 10 tribus durante las batallas por la conquista de la tierra de Israel, y sólo después dice:

Edificaos pues ciudades para vuestras familias y corrales para vuestros rebaños, y haced lo que habéis prometido. (Números / Bamidbar 32:24)
Moshé cambia el orden con un mensaje claro: las familias y los hijos están primero, y luego el ganado y los rebaños. La familia está antes que cualquier riqueza material.

Inspirados en el ganado de Gad y Menashé, proponemos una receta de albóndigas de carne muy típicas de los dos lados del Jordán. Desde la margen oriental del Uruguay, saludamos a aquellas dos tribus que se asentaron en la margen oriental del Jordán.

Kufta kebab
Receta de Gil Marks en Encyclopedia of Jewish Food. Kufta o kofta son albóndigas de carne picada características de todos los países del Medio Oriente y el Norte de África. Cuando se hacen en pinchos de brochetas se les llama kebab y son una de las comidas israelíes más típicas. Cada cocinero tiene SU mezcla de especies. A la receta de Gil le agregué nuez moscada y pimienta de Jamaica, pero también se puede usar pimentón ahumado, coriandro, pimienta de cayena.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2015/07/matot-kebab-de-los-dos-lados-del-jordan.html





¿Qué le pasó a la familia en esta parashá?

2011: Coincide con el viaje de nuestro hijo Dan a Israel para unirse a su hermana Iael y disfrutar de unas semanas de vacaciones con familia y amigos. ¡Unos allá, otros acá, pero siempre unidos!
Iael comenta: A falta de Matot que nos guíe, conseguí un GPS para poder llevar a mi hermano por el buen camino y sin perdernos demasiado en la tierra de Israel ;) esperando que sea un "símbolo de conducción, poder, y milagros"

2014: Las recetas que proponemos cada semana, en general están relacionadas a la parashá; pero a veces (como lo hicieron quienes seleccionaron las haftarot), tomamos inspiración en el calendario. La receta este año es Harira - la sopa de los reyes de Marruecos - que se sirve tradicionalmente para romper los ayunos. Los musulmanes en Iftar - la comida que se sirve al anochecer para romper el ayuno diario durante Ramadán. Los judíos la sirven al finalizar el ayuno de Iom Kipur. Esta semana coincidimos musulmanes y judíos en nuestros ayunos. El ayuno del 17 de Tamuz y Ramadán.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2014/07/matot-tablas-de-la-ley-y-de-cocina-sopa.html











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