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Mostrando las entradas de junio, 2015

Jukat - vaca roja y otra sopa roja!

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Esta semana leemos sobre el incomprensible ritual de la vaca roja que comienza así: "Di a los hijos de Israel que tomen en tu nombre una vaca toda roja, que no tenga defecto" (Números / Bamidbar 19:2) Este es uno de los tantos rituales y mandamientos que no tienen explicación ni en el texto de la Torá ni por parte de nuestros sabios. Pareciera que el propósito es ese: enseñarnos a aceptar que hay cosas sobre las cuales no hay explicación. Raban Iojanan ben Zakai expresa esta idea (Midrash Tanjuma Parashat Jukat) cuando un mago le dice que los rituales como el de la vaca roja parecen brujerías. Su respuesta es que así como ustedes tienen ceremonias para expulsar demonios y espíritus que no estan basados en la razón, nosotros tenemos una ceremonia para alejar la impureza de la persona. A sus alumnos les dice que la Torá no solo opera en el campo de la razón humana. Hay un conjunto de instrucciones que solo es posible llegar a ellas a través de la legislación de la Torá: T

Beahalotjá - pollo con antojo de puerro, cebolla y ajo

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La lectura de la Torá para esta semana comienza con una invocación a la luz, al describir la forma en que se debe encender la Menorá en el Santuario. Se ordena al hermano de Moisés encender las lámparas del candelabro, y el Midrash explica que es para que los israelitas consideren la luz que brilla en el Santuario como símbolo de la antorcha de la verdad y de la justicia que debe iluminar al mundo. La paz y la tranquilidad reinan en el universo cuando los corazones están iluminados. Pero qué sucede con el espíritu cuando el estómago manda y el apetito y el antojo es ilimitado?   "Y la mezcla de gente que estaba en medio de ellos fue poseída por un fuerte antojo, y regresaron y lloraron con los hijos de Israel, y dijeron: ¿quién nos dará a comer carne? Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto por nada; de los pepinos y de los melones, y de los puerros y de las cebollas y de los ajos. Más ahora nuestro espíritu está seco, no hay nada más que este maná" (Bamid