Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta Vaetjanan

Vaetjanan - Shabat Najamú: tarta de frutillas, pollo Oriental, pesto

Imagen
Vaetjanan tiene dos de los textos más conocidos de la Torá: la repetición de los diez mandamientos y el primer párrafo de la oración del Shemá; y también algunas advertencias al pueblo de Israel. Este shabat se le conoce como shabat Najamú. Luego del período de duelo que culminó con Tisha B'Av comienza un período de siete semanas de consuelo y esperanza, que nos llevarán hasta Rosh Hashaná. Agregando y quitando Moshé en su discurso de despedida con historias, leyes e instrucciones nos dice: No agregarás nada a lo que yo te ordeno, ni quitarás nada de ello. (Devarim-Deuteronomio 4:2) Sin embargo, sabemos que muchas leyes y costumbres han sido agregadas (y muchas se han suprimido) al cambiar las circunstancias a través de los siglos. Pero es muy difícil, porque a veces cuando agregamos palabras, estamos quitando; y cuando dejamos de decir algo, agregamos. Por eso la Torá escrita se complementa con la Torá Oral: para poder expandir el significado y poder agregar o quitar en el espíri

Vaetjanan - Pollo "Oriental" del Uruguay

Imagen
Esta semana difícil de Tisha Beav, con un 18 y 19 de julio previo al Shabat Najamú, leemos la Parashá Vaetjanan. Este shabat lleva el nombre especial por el comienzo de la lectura de los profetas "Najamú najamú ami" (Consolad, consolad a mi pueblo), y acompaña la lectura de Vaetjanán ("Imploré, rogué ante el Eterno") donde Moshé nos cuenta como suplicó para poder entrar en la tierra. Y la respuesta dura la recibe con dolor: "Y me dijo el Eterno: ¡Basta!, no vuelvas a hablarme sobre este asunto." (Devarim-Deuteronomio 3:26)   No podemos sentir más que empatía con Moshé al escuchar con perplejidad esta respuesta, y desear que la respuesta hubiera sido otra; o que por lo menos hubiera contenido palabras de consuelo. Las palabras de consuelo no quitan el dolor o el sufrimiento, pero agregan calor y protección en momentos difíciles. Más adelante leemos: “No agregarás nada a lo que yo te ordeno, ni quitarás nada de ello.” (Devarim-Deuteronomio 4:2)

Vaetjanan - pesto de aceitunas

Imagen
Vaetjanan tiene dos de los textos más conocidos de la Torá: la repetición de los diez mandamientos y el primer párrafo de la oración del Shema. Pero también tiene algunas advertencias al pueblo de Israel. Cuando luego de atravesar el desierto entren en la Tierra Prometida se encontrarán con "ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,  y casas llenas de toda suerte de cosas buenas, que tú no llenaste; y pozos cavados que tú no cavaste, y viñas y olivares que tú no plantaste;  y cuando comieres y te saciares, cuídate entonces, no sea que te olvides..." (Devarim / Deuteronomio 6:10-12) Este es un recordatorio a los israelitas, para que tengan presente y no olviden que están por recibir riqueza material que no fue creada por ellos.  Estas “cosas buenas” incluyen los productos agrícolas básicos de la tierra de Israel como son los viñedos y olivares. Los olivos son árboles que pueden vivir cientos de años desarrollando troncos añosos y gruesos. En nuestros días, debemos

Vaetjanan

Imagen
En esta parashá, Moshé continúa su discurso de despedida con historias, leyes e instrucciones. En Devarim 4:2, leemos: “No agregarás nada a lo que yo te ordeno, ni quitarás nada de ello.” Sin embargo, sabemos que muchas leyes y costumbres han sido agregadas (y muchas se han suprimido) al cambiar las circunstancias a través de los siglos. La clarificación de las leyes, no se consideraba como “agregado”. La perspectiva moderna Masorti / Conservadora ve a la Torá como un organismo vivo, que constantemente renueva las viejas células, cambiando y adaptándose a nuevas circunstancias sin precedentes. Extender la aplicación de la ley para hacer frente a los requerimientos de hoy en día no es “agregar o quitar”. El shabat en que se lee Vaetjanan, se le conoce como shabat Najamú. Comienza un período de 7 semanas de consuelo y esperanza, que nos llevarán hasta Rosh Hashaná. Unos días después, el 15 de Av, tenemos la celebración de Tu Be’Av, la fiesta del amor en el calendario hebreo (¡y