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Mostrando las entradas de 2011

Vaigash - algo crocante para no pelearse en el camino

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En esta parashá Iosef se re-encuentra con sus hermanos y al despedirse, cuando retornan a Canaán para buscar a Iaakov a contarle las buenas novedades y traerlo de regreso a Egipto, les dice: No se peleen por el camino. Génesis 45:24 Los sabios del Talmud se concentran en el final de la frase: “el camino” dándole el significado de “El Camino” – o sea la Halajá – que marca el camino de la vida judía. Iosef les advierte a sus hermanos que no se dediquen a discusiones halájicas en este momento. El Rav Pinhas Peli sugiere que lo que le preocupa a Iosef es que sus hermanos usen argumentos halájicos para justificar sus acciones, y que lleguen a la conclusión que lo que le hicieron a Iosef estaba bien “de acuerdo a la Halajá”. Nuestros rabinos nos advierten del peligro de concentrarnos en la ley y que la Halajá no es una meta en sí misma sino una forma para llegar a la meta de una vida mejor. Seguramente también Iosef cuando les dice a sus hermanos “no se peleen” es como cuando sali

Miketz - ensalada con pistachos - para dar

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Esta semana nos encontramos una vez más con Iosef interpretando sueños. Pero el verdadero protagonista no son los sueños, sino la realidad que se desarrolla alrededor de estos. Iosef interpreta los sueños del Faraón quien  lo nombra para que administre la abundancia en la época de vacas gordas y prevenir la escasez.  Los  hermanos de Iosef en Canaán siguen la vida de pastores y llegan a los años de hambruna sin alimentos. Es así que todos (excepto Biniamin que queda con su padre Iaacov) viajan a Egipto para conseguir comida y allí , Iosef no solo les da comida, sino que además les ayuda a aprender de la difícil circunstancia. Sus hermanos, que años atrás lo vendieron a mercaderes, al reencontrarlo no lo reconocen. Iosef les da alimentos, pero les ordena que dejen a su hermano Shimón como rehén en Egipto y retornen a Canaan para traer, en su segundo viaje, a su hermano menor Biniamín.  A los hijos de Iaacov, no les es fácil convencer a su padre de retornar con Binamin a Egipto, per

Vaieshev - jalá de chocolate de los primeros panaderos

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Esta parashá es la primera de cuatro parashot que nos cuentan la historia de Iosef. En esta semana nos encontramos con Iosef como intérprete de sueños del copero y del panadero del Farón. En el sueño del panadero: " Y en el cesto de encima había toda especie de manjares para el Faraón, obra del panadero" (Génesis 40:17) El sidur Etz Hayim comenta que "toda especie de manjares" se refiere a la gran variedad de panes y tortas que había en Egipto, según se describen en los textos jeroglíficos. La evolución en la panificación se produjo de forma importante durante la civilización egipcia, ya que fueron los egipcios los que descubrieron la fermentación con levadura y con ella el verdadero pan. En honor a los primeros panaderos (y para disfrutar en las fiestas que se acercan) elegimos una receta de jalá con chocolate. Jalá de chocolate Rinde 2 jalot grandes o 4 chicas Masa Mezclar y dejar descansar 10 minutos 2 cucharadas levadura instantánea

Vaishlaj

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Esta semana continuamos con la historia de Iaakov, con sus desafíos y enfrentamientos. La Rabina Silvina Chemen nos hace notar que este es el momento del enfrentamiento más difícil: enfrentarse a sí mismo. “Así se quedó Iaakov solo¸ y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba” (32:24) y esta lucha lo transforma de tal forma que vuelve a renacer llamándose Israel “porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido” (32:28) Se encuentra a sí mismo y pacta. Y así como en los nacimientos biológicos, renacerse es doloroso. Deja marcas, imprime huellas, para siempre. En el cuerpo y en el alma. Nos cuenta la Torá sobre estas heridas “Y cuando vio que no podía con él, tocó la coyuntura de su muslo, y se desgarró Iaakov mientras luchaba con él” (32:26). Las heridas son tales que duran hasta hoy en las reglas de kashrut por las cuales Uruguay no exporta los cuartos traseros vacunos a Israel. “Por tanto, no comen los hijos de Israel del tendón encogido, que está en la coy

Vaietzé

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En la parashá de esta semana vemos las cualidades de nuestro patriarca Iaakov como cabañero –criador y mejorador de ganado. Como pago por su trabajo, Laban le da a Iaakov ovejas y cabras con manchas, rayas y lunares, que Iaakov cría y transforma en un gran rebaño. Cabras y ovejas en el desierto; me hizo acordar a los “iaelim” (íbice, cabra montés autóctonos del Neguev) vecinos (y tocayos) que visitan a Iael en su casa en Sdé Boker . No tienen manchas ni rayas, así que deben ser de los que le quedaron a Laban. Las cabras con manchas son las que crían en sus rebaños los beduinos para usar su leche, queso, lana – las de Iaakov? Entre sueño y sueño, entre ángeles y soñadores, elegimos la concreta y sabrosa realidad del alimento y el abrigo que nos dan las cabras domesticadas, aunque sean manchadas o rayadas. Las cabras silvestres solo precisan que no las molestemos para poder seguir su vida lisamente y sin manchas! Ensalada griega 4 porciones Lavar y cortar en cubos chic

Toldot

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Esta semana la Torá presenta un drama familiar que gira en torno a la comida. El alimento como fuente de vida, amor y sustento, pero también como motor de placer, poder y satisfacción inmediata. El texto relata el embarazo de Rivka e Itzjak, el nacimiento y crianza de sus hijos mellizos Iaacov y Esav, y nos describe la transacción en la cual Itzjak compra la primogenitura a su hermano Esav por un plato de lentejas. Como en todo drama familiar que se precie de tal, la culpa siempre la tienen los padres: Itzjak prefería y amaba a “Esav diestro cazador, hombre del campo” mientras que Rivka favorecía a “Iaacov, hombre íntegro, que habitaba en tiendas” (Bereshit 25:27-28). Esav es presentado con las características tradicionales masculinas mientras que Iaacov está asociado a las femeninas. Continúa relatando: “Y cocinó Iaacov un guisado; y vino Esav del campo y (estaba) cansado.” Iaacov seduce a su hermano con el guiso de lentejas y Esav contesta: ”He aquí que yo voy en camino de

Jaié Sara

La lectura de esta semana relata la muerte de Sarah y Abraham, pero a la vez nos relata varios episodios de sanación. Es la primera Parashá donde no ocurren hechos violentos y se habla de consuelo. En el encuentro de Isaac con Rivka leemos: " Y la trajo Isaac a la tienda de Sarah, su madre y tomó a Rebeca, y ella fue para él esposa, y la amó, y se consoló Isaac después (de la muerte) de su madre." (Bereshit 24:67) Abraham vuelve a encontrar el amor y más hijos con Keturá. Cuenta el midrash que este es otro nombre de Hagar, con quien logra reconciliarse al final de la vida. Y finalmente, con la muerte de Abraham leemos "Y lo sepultaron Isaac e Ismael, sus hijos" (Bereshit 25:9) Estos mismos hijos que casi encuentran la muerte en manos de su padre y llegan juntos para abrazarse en ese momento de dolor y reconciliación. Estas imágenes de consuelo, nos invitan a acompañar con una buena torta de chocolate; el fiel compañero para esos momentos en que precisamos u

Vaiera

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El midrash cuenta que la carpa de Abraham y Sarah estaba abierta a los cuatro lados para facilitarles la tarea de brindar hospitalidad. Es así que reciben a los tres hombres que los visitan: Abraham les alcanza agua para lavarse y luego los convidan con pan, mientras preparan carne de ternero con queso y leche. Musaka Rabínica Las recetas de este blog respetan los lineamientos de kashrut desarrollados por nuestros rabinos siguiendo las leyes que recibimos en Sinai. No incluyen ingredientes que no estén permitidos, ni mezclan carne con leche. La excepción es la receta de esta semana, que incluye una versión Biblíca (con la que Abraham agasaja a los ángeles) y la versión Rabínica (luego que recibimos la ley en el Monte Sinai). Cuenta el midrash que en el momento de la revelación en el Sinai, los ángeles protestaban contra la entrega de la Torá al pueblo de Israel ya que consideraban que inevitablemente la iban a violar. Dios los silencia y les recuerda que ellos mismos me

Lej Lejá - ensalada de la tierra - para recorrerla

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La lectura de esta semana, es conocida por su inicio: Lej-Lejá... "Vete de tu tierra nativa y familia hacia la tierra que te mostraré" (Bereshit 12:1). Abram, en un acto de fé, deja todo y se encamina hacia lo desconocido. Pero más adelante encontramos la conexión personal de Abram con la tierra prometida: "recorre la tierra a su largo y a su ancho" (Bereshit 13:17) La identidad se construye en el encuentro íntimo con cada piedra, planta y tradición. En esta página los invitamos a identificarnos y hacer nuestro cada aroma, cada gusto, cada color que nos propone la mesa familiar (y la tradición). Esta semana nos encontramos con los aromas de la tierra: la frescura de la menta y el cilantro, la ternura del trigo, y la suavidad de pinos y olivos. Es nuestra forma de recorrer y hacer nuestra la tierra. Lo mismo le dijo su profesor a Iael al llegar a Sde-Boker. Antes de empezar a planificar los estudios, los cursos a tomar, debía tomarse el tiempo de recorrer,

Noaj

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En esta parashá Noaj construye el arca que ha de salvar a su familia y a los animales de la tierra durante el diluvio. En el arca también lleva las provisiones necesarias para alimentarse. La Torá no especifica qué fue lo que llevaron, pero seguramente fueron ingredientes que podemos tener en nuestras despensas por largo tiempo y que facilmente podemos transformar en una buena comida. El risoto es un buen ejemplo. Aceite, arroz, cebolla, vino, un buen queso y cualquier verdura que tengamos a mano son suficientes. El tipo de verdura y la proporción se puede ajustar a cada gusto. En nuestra casa, el risoto es la forma de "contrabandear" vegetales en una comida que gusta a todos. No sabemos el nombre de la esposa de Noaj. Rabi Aba bar Kahana nos explica que su nombre era Naamah (que podemos asociar a "naim" - agradable) por sus buenas obras, ya que ayudó a salvar la vida en la tierra. Imaginemos la tormenta, la lluvia y el viento azotando el arca en medio d