Masei - terminando B'Midbar con borscht intenso y alcauciles

Esta es la última parashá de libro de Números. Comienza con una revisión del itinerario de los israelitas desde Egipto hasta las orillas del río Jordán desde donde se divisa la Tierra Prometida. Están por llegar al final del camino del éxodo desde Egipto para comenzar una nueva etapa de asentamiento y construcción.

Con la lectura de parashat Masei, completamos el cuarto libro de la Torá; o como nos enseñaba nuestro moré Israel Ganz: el último libro de Moshé, ya que los estudiosos de la crítica bíblica han llegado a la conclusión que el último libro del Pentateuco fue escrito muchos siglos después relatando las mismas historias.

Este es el recorrido de los hijos de Israel que salieron de Egipto (Números/Bamidbar 33:1)
Al acercarse al final de los 40 años del pueblo en el desierto, la lectura relata el viaje emprendido, el trayecto recorrido y los lugares en los cuales Israel ha madurado. De ser un conjunto de esclavos salidos de Egipto, se transformó en un pueblo que comparte una identidad, valores, una descendencia, un libro y un objetivo común: establecerse y desarrollarse.

En esta parashá en el 2014, nos encontraba a Helen y David, habiendo compartido 40 años de cariño, desafíos, aventuras y sueños. Desde aquel 26 de julio de 1974 en que nos tomamos la mano en la playa Pocitos, recorrimos un trayecto apasionante y lleno de vida en que formamos nuestra hermosa familia junto a Dan y Iael. Muchas paradas y travesías, que son solo una preparación para lo que viene a continuación.

Durante una cena de shabat en casa, un querido amigo nos contó que recuerda a mi papá Julio diciendo: “lo que importa no son los años, sino el kilometraje recorrido". En esta imágen tan automovilística, también podemos decir que "no son importantes los kilómetros recorridos, sino la intensidad de la travesía”. Estos 40 años los vivimos con tanta intensidad que queremos repetirlos: lo mismo que sucede con el relato de la travesía por el desierto que vuelve a repetirse en el quinto libro de la Torá Devarim/Deuteronomio. Como se dice popularmente: ¿querés un plato de sopa? Dame dos!

En ese espíritu, en el 2014 Helen desde Ottawa y David desde Montevideo, planificamos el festejo para cuando nos encontremos este Shabat Masei, y así celebrar juntos por cada una de las estaciones vividas y a vivir con intensidad.

Hablando de Sopa y de Intensidad, ¿qué mejor que un Borscht bien calentito para estos días helados?
http://matkonhashavua.blogspot.com/2014/07/masei-sopa-de-cuarenta-anos.html






Al final del capítulo 33 Dios le dice a Moshé que si no apartan a quienes están en su camino, entonces éstos se convertirán en:

aguijones en vuestros ojos y espinas en vuestros costados (Números 33:55)
Una forma de interpretarla es como un consejo cuando estamos concretando planes y desarrollando nuestro camino. Tenemos que tener cuidado de no dejar que se interponga aquello que nos impide cumplir con lo que queremos realizar. Pueden ser costumbres que nos cuesta cambiar, la pereza de levantarnos temprano que nos impide ir al gimnasio, el miedo a lo nuevo o lo diferente que nos tira para atrás.

Es interesante que el texto habla de OJOS y COSTADOS.

Los aguijones en los ojos nos impiden mirar hacia adelante. Más aún, nos hacen ver el futuro con dolor. Las espinas en nuestros costados nos inmovilizan: si no nos movemos no nos pinchan y duele menos.

Si no los enfrentamos se pueden transformar en espinas molestas. De ahí el consejo de apartarlos.


Esta es la época en que aparecen los primeros alcauciles. ¡Que el trabajo de retirar las hojas espinosas, duras y puntiagudas no nos impida disfrutarlos!

Con el agregado de la miel, el aceite de oliva y el vinagre suavizamos alguna espinita que pudiera quedar.

http://matkonhashavua.blogspot.com/2011/07/masei.html





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