Vaiakel - Pekudei

Comida caliente - sin fuego


La parashá de esta semana comienza con el pueblo reunido nuevamente en el Monte Sinaí, donde Moisés habla al pueblo y le instruye:


No encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado. (Éxodo / Shemot 35:3)


Este texto es la fuente en la que se basaron los Saduceos (Siglo I EC) y Karaitas (Siglo IX EC) para la prohibición de encender fuego en Shabat y su uso para iluminar o cocinar. Ellos observaban el Shabat a oscuras, transformándolo en un día de abstinencia, sin lámparas ni comida caliente. Pero los Rabinos, por el contrario, estaban totalmente en desacuerdo. Transformaron el Shabat de un día de cosas prohibidas, a un día de placer que incluye disfrutar de una buena comida caliente y el encendido de las velas de Shabat en los hogares para iluminar la mesa y permitir interactuar y conversar.

Pero claro, con una advertencia: se puede hacer uso de los beneficios del fuego en shabat, pero ¡no encender fuego durante shabat! En épocas donde para tener comida caliente se necesitaba encender fuego  fue donde la creatividad culinaria desarrolló el "cholent" - del francés: "chaud - caliente" y "lent - lento".  Una comida de olla con carne, verduras, y legumbres que se cocina a fuego muy bajo por largo tiempo. Esto permite prepararla antes que comience el Shabat y que mantenga su calor hasta el momento de servir (sobre el uso de la electricidad en shabat ver la responsa de la Asamblea Rabínica).

Comidas similares son la adafina, el hamin, el scholet o el cocido español. Cada uno usa carnes y verduras de acuerdo al lugar, pero el principio es el mismo: capas de verduras, carnes/gallina, condimentos y legumbres que con el efecto de una cocción muy larga (6 - 12 horas) se transforman en un plato delicioso. La ventaja de esta comida es que los ingredientes pueden variar mucho dependiendo de la disponibilidad, el tamaño de la olla, etc.  Lo único que se necesita es paciencia para una larga cocción.  

La receta que nos inspiró (de Yotam Ottolenghi) es una combinación de cholent, cocido y cassoulet. La receta original lleva panceta, chorizo, papas y repollo. La panceta y el chorizo los sustituímos por pastrami para cumplir con las reglas de kashrut. Y tampoco le pusimos verduras porque no nos entraban en la olla. Pero de acuerdo al libro de András Koerner la versión húngara "Bohnen Scholet" no lleva verduras. Suponemos que  así lo debían hacer en la casa de los padres de nuestros abuelos, así que la receta quedó fiel a la tradición familiar  :-)










Convidando en comunidad


El nombre de la parashá, Vaiakel (ויקהל), tiene la raíz hebrea (קהל) de donde viene de la palabra “kehilá” (קהילה)  - comunidad. El relato comienza cuando el pueblo está en el desierto preparándose para construir el Tabernáculo, y Moshé les ordena traer los elementos de construcción para lo que será la base de la vida en comunidad.  

El texto nos da una idea de la forma en que hicieron las donaciones para la construcción:

y mientras tanto, seguían trayéndole ofrendas voluntarias mañana [a la] mañana. (Shemot / Éxodo 36:3)


David Shoham comenta en el Etz Haim, que la repetición de “mañana” se interpreta como que todos traían sus regalos al amanecer, cuando nadie podía verlos, para enfatizar que eran contribuciones por amor, sin necesidad de un reconocimiento especial.

Para construir comunidad necesitamos que alguien nos “ordene”, y nos de ese empujoncito necesario para luego poder dar con todo el corazón. Precisamos que nos recuerden que tenemos que ser bondadosos.

Uno de los elementos que se repiten en la construcción del Tabernáculo son las argollas. Esto me hizo acordar a la receta de rosquitas saladas y especiadas del libro Jerusalem de Yotam Ottolenghi. Son ideales para convidar a amigos en comunidad.






Usando lo mejor que tenemos


En esta parshá continúa la descripción de la construcción del Mishkan (Tabernáculo). Cada uno de los israelitas contribuye con sus donaciones y sus mejores habilidades como arquitectos, artesanos, tejedoras, cada uno da lo mejor de sí. Las mujeres que hilan, tejen y bordan los tapices; Betzalel que construye.


Y Betzalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo cuanto el Eterno había ordenado a Moisés. (Éxodo 38:22)


Para cocinar siempre elegimos usar lo mejor que nos da la naturaleza en cada estación.
Ahora, al final del verano, tenemos peras jugosas, crocantes. La combinación con chocolate es de lo mejor. Y en dos versiones, con y sin azúcar.



Como hacer una comida divina
Luego que se completa el Mishkan, en Pekudei tenemos la rendición de cuentas de la construcción. Pero como toda rendición de cuentas, no solo realiza un balance de los metales y bienes utilizados, sino que incluye una memoria y una evaluación.
Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la hicieron; como había ordenado el Eterno, así la habían hecho; y los bendijo Moisés. (Exodo-Shemot 39:43)
No solo la hicieron, sino que la hicieron de acuerdo a las especificaciones, y con mención especial. ¡Es un Control de Calidad, con certificación incluida!
Este gran finale sigue el mismo estilo que la narrativa de la creación al comienzo de la Torá, donde el trabajo completo evoca la aprobación divina y luego una bendición.
Pero, cuáles fueron las palabras que utilizó Moshé para su bendición? El midrash completa el texto de la parashá: 
"Sea la voluntad del Eterno que la divina presencia se pose sobre la obra de tus manos".(Tanhuma)
Esta parashá nos hace reflexionar sobre el proceso semanal de seleccionar una receta, seleccionar los ingredientes a utilizar, listar las cantidades utilizadas y describir el proceso seguido para cocinarlos. ¿Qué es lo que diferencia la comida que obtuvimos "aquella vez" del plato que elaboramos "esta vez" habiendo utilizado los mismos ingredientes, las mismas cantidades, y siguiendo el mismo proceso? ¡El secreto parece estar en aquello de nosotros que ponemos en nuestras manos para hacer que nuestra comida sea divina!




La parashá en relación al calendario


Cuando leemos estas dos parashot unidas (Vaiakel y Pekudei) y terminamos el libro del Éxodo, es que nos estamos acercando a Pesaj (la Pascua). A 3 semanas de Pesaj ya empezamos con el proceso de limpieza de la casa para deshacernos de todos los productos de trigo, centeno, cebada, y avena.  En la alacena encontramos granos de trigo (o bulgur) y recurrimos a la receta de Sopa con bolitas de carne deJerusalem” por Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi. Ellos proponen una típica receta palestina, similar a otra marroquí, la cual nos regala delicados aromas y nos ayuda en el arduo proceso de comernos todo lo que nos da lástima regalar.

Es una comida completa en un plato de sopa. Fácil y muy reconfortante. Se puede hacer con anticipación para tener pronto para esos días que llegamos cansados a casa sin tiempo ni ganas de cocinar.








¿Qué le pasó a la familia en esta parashá?


2014: Helen de viaje en Santa Fé de Bogotá, Colombia, trabajando y también disfrutando de un Ajiaco santafereño que luego hicimos en casa. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Beshalaj - Pollo con dátiles, aceitunas y alcaparras

Vaieshev - jalá de chocolate de los primeros panaderos

Pinjas - carne a fuego lento