Beshalaj - no todo nos cae del cielo

La Parashá de esta semana relata el inicio del camino que durará 40 años en el desierto, desde la salida de Egipto hasta la llegada a la tierra de Israel.


El mejor camino y con alegría


El texto comienza así:
"Y sucedió que cuando el Faraón hubo enviado al pueblo, no los guió Dios por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era el más próximo, pues dijo Dios: No sea que se arrepienta el pueblo al ver la guerra y se vuelva a Egipto." (Éxodo 13:17)
(Es que a veces el camino más corto no es el mejor; en especial si estamos inseguros y temerosos de lo que pueda suceder. Volver a la seguridad de la esclavitud, siempre es una tentación.)


El relato continúa con el hermoso Cántico del Mar, donde cantamos al milagro de las aguas que se abren para dejarnos pasar de la esclavitud a la libertad. Casi al final leemos:
"Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y salieron todas las mujeres tras ella, con panderos y con danzas." (Éxodo 15:20)
El optimismo de las mujeres fue tal que, a pesar de escaparse a las apuradas, se acordaron de llevar sus instrumentos para festejar.


Como nos enseña esta lectura, hay que elegir el mejor camino y no el más corto. Al prepararnos, siempre tenemos que pensar en el festejo que haremos al cruzar los obstáculos. Y si nos olvidamos, podemos estar tranquilos que siempre va a estar presente una gran mujer para recordarnos.


“Dedito” para arriba


Luego de salir de Egipto y atravesar el mar para comenzar su travesía por el desierto, el pueblo de Israel llega a un oasis de abundancia:
"Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras datileras; y acamparon allí junto a las aguas." (Shemot / Éxodo 15:27)
En esta parashá es la primer vez que la Torá menciona las palmeras datileras. Esta es una de las plantas más importantes del antiguo Medio Oriente. Es fuente de varios elementos de mucho valor: frutos que se pueden comer frescos y también secos (lo que permite guardarlos por mucho tiempo), miel (jarabe concentrado de los dátiles), y fibras y materiales de construcción (de sus ramas).


Su nombre científico Phoenix dactylifera hace referencia a sus frutos en forma de dedos (coloquialmente "dátiles") de la mano humana (del griego "daktylos" - dedos).


Rashi comenta que las 12 fuentes de agua corresponden a las 12 tribus de Israel y las 70 palmeras a los 70 sabios. ¿O quizás a las 70 diferentes "caras" de la Torá?  Pero, sin duda, es un símbolo alentador al comenzar un largo viaje por el desierto - agua, frutos dulces, y "deditos para arriba".

Usamos los dátiles para un pollo muy, muy gustoso.





Manual para planificar comidas - Batch cooking

¿Como hacer para planificar las comidas de la semana y tener un día en el que la pregunta "¿y hoy qué comemos?"  ya está solucionada?

Y él respondió: Esto es lo que ha dicho el Eterno: "Mañana es día de descanso, shabaton Shabat consagrado al Eterno; lo que habéis de cocer, cocedlo [hoy], y lo que habéis de guisar, guisadlo [hoy]; y todo lo que sobre ponedlo aparte para vosotros, guardándolo hasta mañana  ……. Y el pueblo permaneció inactivo en el día séptimo. (Shemot / Éxodo 16: 23 – 30)
La Torá es clara: para tener un día en el que no precisamos cocinar, debemos cocinar el día anterior y guardar para el día siguiente (o sea, si también queremos comer el viernes, debemos cocinar doble!).

No es casualidad que este texto fue escrito especialmente para nuestro blog, ya que obviamente las instrucciones para la forma de celebrar el Shabat comienzan con los detalles de la preparación de la comida y cuando debemos cocinarla para consagrar el día. 

En el sidur Etz Jaim, nos llaman la atención a que la palabra "shabat" la encontramos por primera vez en el texto de Bereshit (el relato del Génesis), pero en su forma de verbo: "ki bo shabat mi kol melajtó" (en ese día descansó de todo su trabajo). En la lectura de esta semana la encontramos por primera vez como un sustantivo precedido del adjetivo shabaton: "día de descanso Shabat consagrado". Y la mitzvá (precepto) de recordar el Shabat recién aparece en los textos más adelante. O sea, primero hay que preparar la comida para ese día.

Esta es una receta que es fácil de preparar un viernes para comer en el Shabat siguiente y apropiada para el calor del desierto. No solo no hay que calentarla, sino que con el paso de las horas potencia su sabor y aroma.

Gazpacho de Punta Gorda
Esta versión de gazpacho – la sopa fría originaria de España – es diferente a la más tradicional y por eso le pusimos nombre local.  Lleva puras verduras crudas y nada de pan, ideal para veganos, celíacos, vegetarianos, etc. El secreto de la receta está en usar ingredientes de la mejor calidad posible: tomates maduros, pepinos jóvenes, buen vinagre y el mejor aceite de oliva virgen extra.  Queda delicioso de un día para otro – ideal para hacer con anticipación, tener en la heladera y tomar bien frío.



Caído del cielo

Más adelante en el texto encontramos el relato del Maná, alimento que recibían los israelitas diariamente durante el peregrinar por el desierto.

Y vieron los hijos de Israel y se dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto? [man hu], pues no sabían qué era [ma hu]. .... Y la casa de Israel lo nombró man (maná); y era como simiente de cilantro [pequeño grano], blanca; y su sabor era como de buñuelo con miel. Shemot-Éxodo 16:15, 16:31

De ahí viene el nombre de maná - una comida milagrosa y perfecta. A través del tiempo hemos desarrollado muchas costumbres relacionadas con el maná: las dos jalot de Shabat que nos recuerdan la doble porción que era recibida los viernes para no tener que recoger maná en Shabat; las semillas de sésamo con que decoramos la jalá - como la descripción de las semillas blancas; cubrimos las jalot - como el rocío que cubría el maná.

Hoy, ¿a qué le podemos llamar maná? 

Algunos mencionan la quinoa - un alimento muy rico y nutritivo, con un pequeño grano que nos recuerda al maná. Y así es como se nos ocurrió una ensalada fresca con quinoa.





Otros, a la berenjena por la diversidad de formas en que la podemos cocinar. Tantas, que se dice que podemos pasar ¡40 años comiendo berenjena sin aburrirnos!

Como decía nuestro amigo Ianai Silberstein en radiomaná: "porque no todo nos cae del cielo". Así como le asignamos significado a aquello que no entendemos (ma hu?), en la cocina le agregamos sabor a los alimentos que contienen los gustos que más queremos!



La palabra que se usa para describir el maná es "gad" - que significa cilantro o del latín coriandro. En israel hoy en día se usa la palabra "kusbara" igual que en árabe.
En casa plantamos cilantro que rápidamente dio flores y semillas que esta semana ya están prontas para cosechar.

Como muchas cosas en la vida, lo que nos cae del cielo es el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo: plantamos, florece, da frutos y obtenemos semillas para el futuro. 
No nos caerá maná del cielo, pero tenemos unas buenas semillas para condimentar nuestra comida. Estos garbanzos parecen caídos del cielo de lo crocantes y sabrosos que quedaron. 














¿Qué le pasó a la familia en esta parashá?

2013: En esta parashá despedimos a nuestra amiga y Morá Ría z"l, una Miriam que nos enseñó que nunca hay que temer, que debemos caminar y estudiar con pasión y que siempre hay que hacerlo con alegría.

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