Truma: recetas para dar y recibir

A partir de la parashá de esta semana, el resto del libro de Éxodo se centra en la construcción y función del Mishkan - Tabernáculo, la estructura portátil que aloja al Arca y a las Tablas con los Diez Mandamientos. 

Damos y recibimos

La Rabina Silvina Chemen comenta que la construcción del Mishkan se hace posible con los aportes de toda la comunidad:
Habla a los hijos de Israel y que tomen [ve ikju] para Mí una ofrenda [truma]; de toda persona cuyo corazón le motive, tomarán Mi ofrenda. (Shemot – Éxodo 25:2)

El texto usa la palabra Ve-ikju – "tomen" que puede ser tanto “tomar” como “traer, entregar”  ya que los aportes se dan, no se toman.
Pero es “tomen” porque el que da siempre recibe algo. Es el sentimiento de ser generoso y hacer realidad algo importante; es el hecho de compartir con otros un emprendimiento; es saber que podemos entregar algo de valor sin sentirnos disminuidos.

Algo así pasa cuando cocinamos: es mucho esfuerzo; lleva tiempo y recursos; es mucho lo que damos y entregamos. Pero en realidad, cuando compartimos ese plato de comida con amigos o familia, estamos tomando y recibiendo.

Hay recetas que requieren más entrega que otras. El Töltött Káposzta (repollo relleno) da trabajo y lleva tiempo, pero mis abuelas lo hacían mucho – es que recibían/tomaban más de lo que daban. La abuela Paulina sabía que a David y a José les encantaba. Siempre tenía en el freezer para convidar y para que nos llevaramos a casa. Para la abuela Margarita, los Töltött Káposzta eran parte de sus recuerdos de Europa; la familia y amigos que dejó atrás. Siempre comentaba sobre una amiga que los hacía diminutos y perfectos: toda una especialidad!

La forma de los míos no tienen nada de la perfección de mis abuelas, pero por suerte no son para construir el Mishkan!

Töltött Káposzta (Hojas de repollo relleno con carne)
Dedicado a mis abuelas Margarita y Paulina






Y la segunda parte del versículo la Torá nos habla de regalos - los regalos con los que se construye el Tabernáculo (Mishkan):

Habla a los hijos de Israel y que tomen para Mí una ofrenda/regalo [trumá]; de toda persona cuyo corazón le motive, tomarán Mi ofrenda. (Shemot – Éxodo 25:2)

La palabra "trumá" (ofrenda/regalo) viene de la raíz hebrea de "elevar". Originalmente se refiere a la acción de alzar/levantar el regalo que se estaba ofreciendo. Esto también implica que el acto de regalar/ofrecer eleva a quién realiza el regalo. Cuando regalamos, cuando donamos, siempre recibimos algo a cambio.

Regalar algo que hicimos con nuestras propias manos tiene un significado especial: viene del corazón (como nos habla la Torá). Y si lo ponemos en un envase reciclado, mejor aún: no son comprados sino que los "fabricamos" nosotros mismos con mucho cariño. Los frascos de vidrio son muy útiles y prácticos para salsas y mermeladas caseras, pero las etiquetas son muy molestas.  Buscando en Internet, encontré la forma de poder sacarlas y aquí va la "receta" y también de lo que le puse adentro :-)

Salsa de ciruelas
Para servir con helado, yogur, con una tostada, o de relleno de pasta frola.  De esta receta queda una salsa bastante ácida que es como me gusta a mí. Si les gustan las cosas más dulces, duplicar la cantidad de azúcar.



Pan interior

El texto incluye todos los detalles para la construcción del Mishkan (Tabernáculo) en el desierto, incluso lo que se pone sobre la mesa: 
Y sobre la mesa pondrás el pan [lejem] de la proposición [panim] delante de Mí, continuamente. (Shemot / Éxodo 25:30)

El Tabernáculo fué el lugar de culto que acompañó al pueblo de Israel durante los 40 años de viaje por el desierto, y hasta que se construyó el Templo en Jerusalem. Luego, con la destrucción del Templo nuestros sabios enseñan que cada hogar, su mesa (y la forma en que comemos) se ha transformado en un Templo, y cada uno de nosotros sus sacerdotes.

El Rab Arthur Green (en Speaking Torah), nos trae las enseñanzas del maestro jasídico Rabi Dov Baer de Mezritch (Siglo XVIII). Lejem hapanim, también significa el pan interior (lejem ha-pnimi); la energía de vida contenida en la comida. Esta energía de vida, contenida en todas las cosas, es la misma que contienen las letras y las palabras de Torá. Esto es lo que los maestros jasídicos quieren decir cuando se refieren a comer y beber como forma de servir al Creador.

Con esta referencia a "pan", y su significado místico, hicimos estos beigales (panes) típicos de Jerusalem. Estos son los panes que encontramos a la entrada de las murallas de la ciudad vieja, cerca del barrio armenio; los compramos al paso y vienen acompañados de un puñado de zaatar (condimento) envuelto en papel. A pesar que Internet parece ser una fuente inagotable de recetas, no es fácil encontrar la receta de estos panes tan especiales, ya que los ingredientes exactos son un secreto muy bien guardado. Esta receta no es como estar en Jerusalem - pero vale la pena probarla  - ¡quedan muy buenos!


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