Behar - Bejukotai: terminamos Levítico transformando ingredientes simples en comidas especiales

Volvemos a encontrarnos en el Sinaí luego de muchas semanas en que el libro Vaikrá (Levítico) nos describe las leyes y preceptos asociados al tabernáculo en el desierto. En realidad, la tradición nos enseña que volvemos a estar en el Sinaí cada vez que recibimos enseñanzas e inspiración significativas. Entonces, ¡preparémonos para una enseñanza especial!

La Tierra también tiene que descansar

En la lectura de Behar encontramos las leyes relacionadas con la Shmitá o año sabático - el tiempo de descanso para la producción agrícola:
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando entréis en la tierra que voy a daros, guardará la tierra descanso para el Eterno. Seis años sembrarás tu campo, y seis años podaras tu viña y recogerás su producto; y en el año séptimo, sábado de descanso será para la tierra; tu campo no sembrarás, y tu viña no podarás. Lo crecido por sí mismo después de la siega no segarás, y las uvas separadas para ti de tu viña no vendimiarás; año de descanso será para la tierra. (Vaikra / Levítico 25: 1-7)
Este texto es una oportunidad para conocer los principios de Shmitá. El porqué, cómo, cuándo, y de qué forma producimos sigue siendo relevante ahora, tanto en Israel como en la diáspora. La parashá nos invita a reflexionar sobre los métodos que se usan en la producción de nuestros alimentos, de dónde vienen, y en qué condiciones trabajan los que los producen.

Los textos bíblicos no mencionan a la pesca entre las actividades que necesitamos dar descanso. Quizás porque en tiempos bíblicos la piscicultura (el cultivo industrial de peces) no existía.

No es lo mismo vivir en Montevideo y comer pescado producido industrialmente en Vietnam, en condiciones sanitarias y laborales criticables (como el Pangasius), que comer el producto natural y fresco de nuestros vecinos de barrio, los pescadores artesanales.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2013/05/behar-pescando-la-cena.html



Las leyes de SHMITA, o año sabático que aparecen detalladas en esta Parashá, indican que debemos dejar descansar la tierra durante ese año, sin poder cosechar ninguno de sus frutos para beneficio propio.

Y el fruto que crece por sí mismo del descanso de la tierra, será libre para comer: para ti, para tu siervo, para tu sierva, para tu jornalero y para el huésped: todos los que habiten contigo; y también para tus bestias y para los animales salvajes que hubiere en tu tierra, será todo su producto para comer. (Vaikra / Levítico 25: 1-7)

¿Cómo podemos implementar estas leyes en nuestros tiempos, con los sistemas de producción modernos actuales? El Comité de Leyes del Movimiento Conservador/Masortí, explica que el año de Shmitá tiene como fin ayudar a los más necesitados.

Una forma de cumplir con este precepto es sembrar todo el campo, y cosechar una parte para compartir la cosecha de ese año con quienes lo precisan: proteger a los más desprotegidos. Que este precepto sea entregado en el Sinaí, significa que protegerlos no es un precepto que les da derecho a las personas necesitadas, sino que es nuestra obligación, la cual asumimos en el mismísimo Monte (como leemos en Behar) y debemos cumplir también en Montevideo!

En resumen, precisamos una receta especial: no nos sirve una receta para uno o dos - necesitamos algo que podamos compartir.

Esta receta de Pan de Queso es muy fácil, rinde mucho y no tiene harina ni azúcar, buenísima para compartir con muchas personas. ¡Buen provecho y buena compañía!
http://matkonhashavua.blogspot.com/2014/05/behar-pao-de-queijo.html



En este año sabático para la tierra - de Shmitá – no se podía cultivar ni cosechar, pero los productos que crecían espontáneamente en el campo, podían ser recogidos y pertenecían a todo el mundo.

Si bien la Halajá indica que la Shmitá aplica solamente en la Tierra de Israel, esta parashá nos invita a mirar nuestros alimentos de forma diferente. ¿Qué es lo que normalmente no utilizamos, lo que crece espontáneamente, lo que descartamos? Hongos silvestres, hojas de remolacha, hojas de rabanito, los tallos del brócoli.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2012/05/behar-hojas-de-remolacha.html


Ñoquis caseros porque nos importa

En Bejukotai se nos promete recompensas por portarnos bien y cumplir con los preceptos. Pero, de acuerdo al Sifra (el libro de comentarios de Levítico), no se nos pide simplemente cumplir con los preceptos de la Torá. El versículo dice:

אִם־בְּחֻקֹּתַ֖י תֵּלֵ֑כוּ וְאֶת־מִצְוֺתַ֣י תִּשְׁמְר֔וּ וַעֲשִׂיתֶ֖ם אֹתָֽם׃

Si anduviereis en mis leyes y guardareis mis preceptos y los cumpliereis (Vaikra /Levítico 26:3)

Tenemos que “andar” las leyes, no sólo cumplir con los preceptos. 
¿Que quiere decir? El Sifra lo interpreta como el trabajo y esfuerzo que tenemos que hacer para entender la Torá para poder transformarnos en el pueblo que debemos ser. No es simplemente cumpir con preceptos, sino que hay que trabajar duro. Como sugiere Dena Weiss, poner esfuerzo en algo es una forma de demostrar su valor. Cuando cocinamos una comida en lugar de comprarla ya pronta, cuando hacemos una llamada en lugar de mandar un WhatsApp, quiere decir que es algo que nos importa.

El texto bíblico, con su particular uso de las palabras, nos invita a esforzarnos en aquello que es importante. Podemos comprar comida pronta, pero hacerla en casa, con todo el trabajo que implica, ¡vale la pena el esfuerzo!

 



Cosas viejas en la comida

En la lectura de esta semana, encontramos el siguiente mandamiento:

וַאֲכַלְתֶּם יָשָׁן, נוֹשָׁן
Y comeréis los frutos antiguos guardados de mucho tiempo atrás (Vaikra/Levítico 26:10)

No parece obvio que comer cosas viejas sea una bendición. Un comentario a este texto explica que se refiere a productos que están bien preservados y que mejoran con el tiempo. Este es el ejemplo de condimentos como el miso, una pasta aromatizada que es resultado de una larga fermentación de semillas de soja, muy usada en la cocina japonesa. El miso tiene mucho umami y le da mucho sabor a la comida.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2015/05/bejukotai-papas-gratinadas-con-miso.html



Haciendo lugar a los productos nuevos


Y el versículo sigue así:
וַאֲכַלְתֶּם יָשָׁן, נוֹשָׁן; וְיָשָׁן, מִפְּנֵי חָדָשׁ תּוֹצִיאוּ
Y comeréis los frutos antiguos guardados de mucho tiempo atrás, y trasladaréis los productos viejos por causa de los nuevos (Vaikra/Levítico 26:10)
Como sucede muchas veces, las traducciones no le hacen honor al original. Esta semana leemos en el hebreo de la Torá: "iashan - noshan - veiashan" - que suena mucho más lindo y musical que la traducción (ver arriba) y no menciona específicamente ni frutos ni cereales.

Se refiere a la bendición de la abundancia que nos permite guardar alimentos y objetos que apreciamos y la bendición de recibir cosas nuevas para las cuales debemos hacer lugar. Una buena cosecha requiere lugar de almacenamiento, y si tenemos abundantes reservas debemos vaciarlas porque hay un límite en la acumulación de riqueza. Se refiere a la bendición de tener ropa de buena calidad que dura años y que heredamos de madres y abuelas, la cual pasamos a quienes pueden aprovecharla mejor para hacer lugar a ropa nueva en nuestro ropero. Es como un buen vino que guardamos para momentos especiales y lo tomamos para dejar lugar a vino varietal, o la canasta de productos orgánicos que nos llega cada semana y reclama su lugar en la heladera.

Así es como surgió esta receta, una mezcla de cosas que teníamos en la heladera desde hace días: manzanas, zapallo, calabaza, cebolla, puerro.

Cosas viejas para una deliciosa sopa que dejan su lugar para que lo ocupen los productos frescos y nuevos de la semana.
http://matkonhashavua.blogspot.com/2014/05/bejukotai-sopa-crema-de-frutos-anejados.html



Nuestra jalá

Bejukotai concluye con promesas y amenazas. Si Israel obedece estas leyes, Dios traerá paz y prosperidad a la tierra y sus habitantes. Pero si Israel no respeta los mandamientos, se precipitará el desastre, el hambre, la devastación, el exilio. Estas son las opciones del pueblo.

Una de las imágenes son las mujeres horneando el pan que no alcanza para calmar el hambre:
Cuando yo os hubiere privado del sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, mas no quedaréis satisfechos. (Levítico 26:26)
Por eso para esta parashá elegimos una receta de jalá. La jalá de Shabat, simple, sencilla, que adorna nuestra mesa cada semana. No la necesitamos para calmar el hambre - tenemos la suerte de tener la mesa llena. Pero esto no fue ni es siempre así. El Rabino D. T. Hoffman explica que el tema central de Levítico es tener la capacidad de transformar objetos simples, ordinarios, en algo especial, sagrado.

Así nos pasa cada Shabat, el simple pan, se transforma en "jalá".

Esta receta es de Iael. La recibió en la Escuela Integral cuando estaba preparando su bat-mitzvá y desde entonces es "nuestra jalá".
http://matkonhashavua.blogspot.com/2011/05/bejukotai.html





¿Que la pasó a la familia en esta parashá?

2011: En Bejukotai, la última parashá del libro de Levítico, empezamos con David a escribir este blog, medio en serio, medio en chiste, con el desafío de que si la Torá tiene 70 caras, ¿podremos encontrar una receta para cada parashá? ¡Sí se puede!

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