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Ekev - Jalá brasilera de chocolate

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La lectura de esta semana (Vehaia Ekev ) comienza describiendo las bendiciones que trae consigo la observancia de las reglas. Es muy apropiado para esta semana de olimpíadas en las cuales decenas de equipos compiten en juegos con estatutos definidos, reglados y ordenados. De qué otra forma sería posible disfrutar de competencias apasionadas y enérgicas sin terminar en batallas campales ? Y las reglas que pasa a describir la parashá son las del agradecimiento, entre ellas agradecer por la comida que recibimos; como el Maná que cae del cielo "para enseñarte que no solo de pan vive el hombre" (Devarim/Deuteronomio 8:3) El jumash Etz Hayim comenta que usualmente se interpreta este versículo entendiendo que "el ser humano precisa más que el pan" (incluyendo cultura, arte, alimento y espíritu); pero leído en el contexto de esta semana se debe entender "con menos que pan", refiriendose el Maná. Oscar Wilde es más extremo al escribir: "Y, a decir

Vaetjanan - pesto de aceitunas

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Vaetjanan tiene dos de los textos más conocidos de la Torá: la repetición de los diez mandamientos y el primer párrafo de la oración del Shema. Pero también tiene algunas advertencias al pueblo de Israel. Cuando luego de atravesar el desierto entren en la Tierra Prometida se encontrarán con "ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,  y casas llenas de toda suerte de cosas buenas, que tú no llenaste; y pozos cavados que tú no cavaste, y viñas y olivares que tú no plantaste;  y cuando comieres y te saciares, cuídate entonces, no sea que te olvides..." (Devarim / Deuteronomio 6:10-12) Este es un recordatorio a los israelitas, para que tengan presente y no olviden que están por recibir riqueza material que no fue creada por ellos.  Estas “cosas buenas” incluyen los productos agrícolas básicos de la tierra de Israel como son los viñedos y olivares. Los olivos son árboles que pueden vivir cientos de años desarrollando troncos añosos y gruesos. En nuestros días, debemos

Devarim - sopa con fideitos de huevo

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El libro de Devarim-Deuteronomio es el discurso de Moshé al pueblo de Israel cuando este se prepara a entrar a la Tierra Prometida. Esta primera parashá detalla los lugares recorridos en el camino por el desierto, el establecimiento del sistema judicial, el incidente con los espías, el encuentro con las naciones de Esav, Moav y Amon, y las battallas con Sijón y Og. Al final de la parashá Moshé vuelve a mencionar la entrega del territorio en la "Margen Oriental del Jordan" a las tribus de Reuven, Gad y la mitad de Menashé, pero agregando una fundamentación:   "-pues sé que tienen mucho ganado." (Devarim-Deuteronomio 3:19) haciendo necesario que se mantuvieran en tierras adecuadas para pastoreo, sin que esto implique el abandono de sus tribus hermanas. Desde la "Margen Oriental del Uruguay", bendecida con “Mucho ganado”, y con este frío invernal, nos inspiramos para preparar un buen caldo de carne. Es muy fácil cocinar una olla grande, gu

Matot - Mila_nesa - cuidando nuestras palabras

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En los últimos capítulos del libro Bamidbar/Números, Moshe explica al pueblo de Israel la importancia de las palabras: "Todo lo que sale de su boca, se hará " (Bamidbar/Números 30: 3) La palabra humana tiene un efecto indiscutible en el mundo y la vida de las personas. La Torá resalta el poder de la palabra. Desde la creación (cuando Dios crea el mundo con la palabra), hasta el énfasis en cuidarnos de no insultar al converso o al discapacitado. Tenemos que ser muy cuidadosos con nuestras palabras, porque son poderosas. Tienen el poder de dañar o sanar, de elevar o denigrar. Hace un tiempo aprendíamos de un maestro (la memoria nos falla y no recordamos cual maestro), que aquello que decimos es intangible, inmaterial, y por lo tanto las palabras toman vida propia. Si escribimos algo, lo podemos borrar; si rompemos algo, lo podemos pegar; pero una vez que las palabras salen de nuestra boca ya no podemos recuperarlas. Es como cuando mandamos un e-mail: toma vida propia y ya

Pinjas - torta de naranja roja y oliva

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La parashá de esta semana finaliza con una descripción de las ofrendas que se realizaban al santuario: diariamente, en cada fiesta, en Shabat y en la luna nueva. Entre las ofrendas diarias (que hoy hemos sustituido por la lectura de la Amida) se incluye: Y la décima parte de una efá de flor de harina de trigo, mezclada con la cuarta parte de un hin de aceite [de oliva]  prensado (shemen katit) - Bamidbar/Números 28:5 De esta forma describe el proceso de extracción del aceite de oliva, a través del prensado y amasado de la aceituna, que es diferente al proceso de otros aeites (como maíz, girasol, canola,etc) donde se calientan las semillas y se usan solventes para la extracción del aceite. El aceite de oliva es un “exprimido” de la aceituna, sin aditivos de ningún tipo.  En la época bíblica esto se realizaba en prensas de piedra. El proceso moderno (cuando está bien hecho) no difiere en mucho de lo que se hacía en la antigüedad - solo que hoy tenemos equipamiento moderno

Balak - kebab en Limud BA

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En la historia de esta parashá Balak, rey de Moab y  Balaam, profeta pagano, describen como ellos ven a los israelitas, incluyendo la bendición “Ma tovu ohaleja Iaakov, mishkenoteja Israel  - ¡Cuán bellas son tus tiendas, oh Jacob, tus moradas, pueblo de  Israel! “ (Números 24:5), que decimos cada vez que entramos a la sinagoga. Es maravilloso encontrar en nuestra práctica diaria la voz de un no judío admirando la tradición y la vivencia en el espíritu de la Torá. Todos tenemos voz, y le damos especial valor al diferente. El domingo pasado estuvimos en Limud BA  donde "todos podemos enseñar y todos podemos aprender", valorando las diferencias en nuestra forma de vivir la tradición. En esta misma Parashá encontramos a un burro que nos ayuda a aprender. Que mejor inspiración que el burro que le habla a Balaam? Las voces son valiosas, cuando son sinceras y respetuosas; aún las de un burro. Será por eso que en este blog nos animamos a comentar la parashá!! Pero en general

Jukat - multicolor de arroz, calabaza, semillas, especies

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Wadi Zin  -   Foto: Ianai Silberstein Esta semana leemos: "Y llegó toda la congregación de los hijos de Israel al desierto de Zin … y allí murió Miriam … Y no hubo agua para la congregación"   (Bamidbar-Números 20:1-2) Cuenta el midrash que "el pozo de Miriam" nos acompañó durante los años del desierto. En la Torá aparece asociada a la bendición del agua. Con su muerte la congregación la extraña; y también al agua. No sabemos exactamente donde está enterrada Miriam - no tenemos monumentos que nos marquen su tumba. Lo que tenemos es un hilo de agua - Nahal Zin - que recorre parte del Neguev, muy visitado por los amantes del desierto. No es coincidencia que en ese lugar está ahora el campus Sde Boker de la Universidad de Ben Gurion (BGU) donde estudiantes de todas partes del mundo colaboran para encontrar soluciones a la falta de agua. Seguramente inspirados por Miriam, quien vive entre ellos y los acompaña gota a gota. Los estudiantes de Sde Boker