Shlaj Lejá: de exploradores, granadas y jalá

Esta parashá es famosa por la historia de los 12 exploradores que entran a la tierra de Israel. Se incluye el precepto de separación de la “jalá”.

¿Y si hubieran ido las mujeres?

En Shlaj Lejá el pueblo de Israel está en el desierto, luego de la salida de Egipto, y encontramos el relato de los exploradores o espías que manda Moshé a la Tierra de Israel para saber un poco de esta tierra a la cual se dirigen a conquistar.

שְׁלַח־לְךָ֣ אֲנָשִׁ֗ים וְיָתֻ֙רוּ֙ אֶת־אֶ֣רֶץ כְּנַ֔עַן אֲשֶׁר־אֲנִ֥י נֹתֵ֖ן לִבְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל אִ֣ישׁ אֶחָד֩ אִ֨ישׁ אֶחָ֜ד לְמַטֵּ֤ה אֲבֹתָיו֙ תִּשְׁלָ֔חוּ כֹּ֖ל נָשִׂ֥יא בָהֶֽם׃
Envía para ti hombres para que exploren la tierra de Canaán, que he de dar a los hijos de Israel; un hombre por cada tribu de sus padres enviarás, siendo cada uno príncipe entre ellos. (Números/Bemidbar 13:2)

Son 12 los que salen de expedición y esto es lo que traen como muestra de esa nueva tierra:

Y llegaron hasta el valle de Eshkol, y cortaron de allí un sarmiento con un racimo de uvas y lo llevaron en dos varas, y también llevaron granadas e higos. (Números / Bamidbar 13:23)
Pero también vuelven de su viaje con información muy alarmante de lo que les espera en la nueva tierra

una tierra que se come a sus habitantes (Bemidbar 13:32)
y como resultado de su falta de fe, los israelitas pasan 40 años deambulando por el desierto antes de entrar a la Tierra Prometida.

Los exploradores se describen en hebreo como אֲנָשִׁ֗ים (anashim) que Navegando la Biblia de Ort traduce como "hombres". En el hebreo moderno "anashim" también es usado como "personas" o sea que podría incluir hombres y mujeres. Pero el resto del texto bíblico nos deja claro que los exploradores fueron hombres, ya que tenemos el detalle del nombre de cada uno de ellos.

Bonna Devora Haberman en su comentario a la parashá, nos pregunta ¿Qué hubiera pasado si hubieran habido mujeres entre los exploradores? ¿Hubieran sido tan pesimistas? No lo sabemos, pero seguramente hubieran incluido otra forma de ver y apreciar esta nueva tierra. Ellen Frankel sugiere que mientras los hombres fueron a explorar, las mujeres, sin esperar los reportes, ya se fueron preparando para entrar a esta nueva tierra (empacando, cocinando provisiones, etc) y que por esto Dios les otorga el privilegio de ingresar en la Tierra Prometida.

Imaginando a estas mujeres, comparto esta torta de Berta y Aida, de bendita memoria, que disfrutamos en cada cumpleaños de nuestros amigos Leo y Dany. La receta que me dió Berta dice al final: "Guardar en una lata". Porque es para tener siempre pronta y disponible en casa, o para llevar cuando salimos a explorar nuevas tierras y experiencias.

Torta Mutti
Según Daniel la receta original es de Aída que se la pasó a Berta (mamá de Leo). De la receta original usé la mitad de azúcar e igual queda suficientemente dulce para acompañar un buen café.
Correción que me hace llegar Daniel: la receta original es de Mutti (abuela paterna de Daniel), una repostera y cocinera increíble y traía su tradición de comida austro húngara de su ciudad natal Chernowitz (parte del Imperio AustroHúngaro).

http://matkonhashavua.blogspot.com/2019/06/shlaj-leja-torta-para-explorar.html





De los frutos que los exploradores traen como muestra de la tierra de Israel nos concentramos en la granada, símbolo de la abundancia y la realeza. En muchas imágenes del Rey David se suele utilizar una corona con la forma de la corona de la granada, las mismas coronas que le colocamos como adorno a la Torá.

¿Cuántas semillas tiene una granada? El midrash nos dice que el promedio de las granadas tiene 613, una por cada mitzvá, como los nudos de los tzitzit que aparecen al final de esta parashá.

Aprovechamos que en esta época hay granadas en el mercado para elegir la receta de una rica ensalada de berenjena con semillas de granada.

https://matkonhashavua.blogspot.com/2013/05/shlaj-leja-exploradores-con-granadas.html




Mezclamos, apretamos, doblamos, estiramos, separamos, bendecimos y ahí tenemos nuestra jalá.

En el capítulo 15 de esta parashá, encontramos la mitzvá de separar jalá (que no debe ser confundida con la jalá de shabat). Es la ofrenda de la primera masa cuando hacemos cualquier tipo de pan. 
 
En primer lugar, separaréis de vuestras masas una jalá como ofrenda ....
presentaréis a Adonai una ofrenda de la primer masa, a través de las generaciones.(Números / Bamidbar 15:20 - 21)
Esta ofrenda es diferente a las ofrendas de las primicias o de los primeros animales. Representa la capacidad humana de mezclar varios ingredientes para hacer algo nuevo, diferente de cualquiera de sus componentes (según Etz Hayim).

Hacer pan tiene mucho de milagroso - mezclamos ingredientes muy simples: harina, agua, levadura, sal - amasamos, le agregamos un poco de paciencia y todo eso se transforma en una masa que al salir del horno nos reconforta a través de los sentidos: aroma, gusto, vista, tacto. Con la brajá de jalá reconocemos y agradecemos esta capacidad que tenemos de hacer algo tan especial.

Nuestros sabios indican que la separación de la “jalá” se debe hacer cuando amasamos pan de una cantidad mínima de harina. Tomamos la “jalá”, decimos la bendición, y separamos una parte simbólica de la masa que quemamos en el horno.

Cada semana, cuando hago las jalot para Shabat siempre separo la “jalá” con sus brajot. Me parece que es importante y está bueno, este recordatorio de dar, de compartir, de regalar, de ofrecer.

¿Y cuando la cantidad de harina no es suficiente (de acuerdo a los rabinos)? Cuando hacemos pan, utilizamos ingredientes que tomamos de los tarros, de la heladera y de los frascos; luego le incorporamos nuestra pasión, energía, sueños y buenos deseos para transformarla en Jalot para el Shabat. La propuesta de los autores de este blog es que la falta de harina la debemos compensar con la suficiente cantidad de nosotros mismos para que sean unas buenas Jalot de Shabat y podamos separar y bendecir la Jalá.

La forma más conocida de jalá en nuestras comunidades judías en Montevideo es el pan blanco trenzado que comemos en Shabat y en las festividades.

Pero las jalot de Shabat de comunidades judías de distintas partes del mundo tienen formas, colores y texturas que muestran la diversidad de nuestro judaísmo.

El libro de Maggie Glazer trae una hermosa colección de recetas con sus historias de diversos orígenes. Jalot redondas y chatas persas (Noon Shabbati), jalot redondas yemenitas (Chubzeh), de harina integral de los etíopes (Bereketi) y de calabaza sefaradíes. En la foto (que tomamos en el taller de jalot que hicimos en la NCI en el 2010) pueden ver algunas de estas diferentes jalot. Todas bien distintas, pero en esencia iguales: masa que mezclamos, apretamos, doblamos, estiramos, separamos, bendecimos.

Receta de jalá con miel
Adpatado de My Challah de Maggie Glezer en: 



La mitzvá de hafrashat jalá se debe hacer con todos los panes también cuando hacemos unos ricos bagels.

https://matkonhashavua.blogspot.com/2012/06/shlaj-leja-bagels-de-montreal.html






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