Noaj - Torta Negra de la Sra. de Noé

La vida en el Arca de Noaj debe haber sido medio caótica: todas las especies en un espacio reducido, sacudido por las olas y azotada por el viento. En el medio de ese caos, toda la familia de Noaj enfrentando la incertidumbre de lo que podría suceder.

Muchas veces cuando estudiamos un texto de la Torá es importante leer lo que nos dice, pero más importante es descubrir la información que falta, los textos que NO están mencionados.
"y vendrás al arca tú, y tus hijos, y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo." (Bereshit / Génesis 6:18)
La Rabina Julie Ringold Spitzer en The Women's Torah Commentary nos explica que en la parashá que leemos esta semana, Noaj, donde se relata el diluvio y el arca de Noé, la palabra “ishto” “su mujer” aparece 5 veces. Y sin embargo su nombre no aparece. 

Los rabinos nos dicen que el nombre de la mujer de Noaj es “Naamá”.  En Bereshit Raba juegan con las letras del nombre para dar dos interpretaciones diferentes al carácter de esta mujer. Una sugiere que viene de la palabra en hebreo “man’emet” que significa cantar – ya que Naamá cantaba a ídolos paganos.  La otra es que su nombre viene de la palabra “naim” agradable.  Tristemente, la primer interpretación sigue siendo vigente para algunos grupos y es el origen de la prohibición en hebreo “kol isha” – que prohíbe a los hombres escuchar las voces de mujeres cantando, porque lo consideran idolatría.

Seguramente Naamá cantaba muy lindo y muy agradable y fue esto lo que ayudó a mantener la calma y la paz dentro del arca, abarrotada de animales y personas encerrados durante tanto tiempo.  Fué una voz que les ayudó a sobrevivir el diluvio.

Seguramente, Naamá no solo cantó en el arca, sino también cocinó!  (o cantaba nigunim mientras cocinaba). Hace dos años sugerimos que preparó un risoto como plato reconfortante para la travesía.  Pero nos faltaba el postre, y como no tenían heladera para preparar un buen helado, proponemos algo con chocolate.
El shabat pasado un amigo me preguntó por la receta de la semana y me dice: “¿va a ser algo fácil?"  Esta torta es súper fácil, súper chocolatada y súper reconfortante.  ¡Como para hacerla cantando! La probamos en casa en una tarde de domingo lluviosa – casi como en el arca.




Hace un año: Arca de Zapallitos Rellenos

Hace dos años: Risoto del arca de Noaj


Torta Negra de Naamá

Adaptada de “Torta Negra del Diablo” del Manual de Cocina Instituto Crandon
Esta versión usa aceite de oliva en lugar de manteca y azúcar rubia en lugar de azúcar blanca. El resultado es una torta “super negra”, con mucho sabor a chocolate y no demasiado dulce.  Servir sola con una rica taza de té, o acompañada de helado para el postre. Los golosos la pueden espolvorear con azúcar impalpable y/o rellenar con dulce de leche.


Calentar el horno a 175°C

Batir en un bols:
  • 2 huevos
Agregar y batir hasta disolver el azúcar
  • 1 taza de azúcar rubia
Agregar y mezclar bien:

En otro bols grande, cernir
  •  2 tazas harina
  • ½ taza cacao en polvo amargo
  • 1 ¼ cucharita polvo de hornear
  •  ½ cucharita bicarbonato de soda
  •  ½ cucharita de sal

Agregar la mezcla líquida de los huevos a la mezcla de harina, revolviendo hasta obtener una mezcla homogénea.

Poner en una asadera (30 x 20 cm) o tortera redonda.

Hornear 25 minutos (está pronta cuando la pinchamos con un escarbadiente y sale seco).

Esperar a enfriar para desmoldar. Cortar en triángulos (rinde 24 porciones chicas).



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