Mishpatim - Pepinos con Amigos

La Parashá de esta semana, Mishpatim, está conectada con la de la semana anterior por su contenido y por la conjunción "Y":

"Y éstos son los juicios que pondrás delante de ellos" (Shemot-Exodo 21:1)
A continuación pasa a detallar las leyes que se inspiran en los diez mandamientos que recibimos en el momento del Sinaí (la semana pasada), para que los tengamos presentes en el espíritu de nuestras acciones diarias.



El Rabino Guido Cohen llama la atención en el Comentario de la UJCL para esta semana, que la última parte de la Parashá, deja de lado las complejas normas y se detiene en un episodio que describe la celebración que compartió Moshé con Aarón, Nadab, Abihu y los setenta ancianos del pueblo, luego de haber recibido la Torá.



La Torá nos dice que este selecto grupo "vio a Dios…comió y bebió" (Éx. 24:10-11).



Rabí Israel ben Eliezer, el Baal Shem Tov, nos enseña que presenciar la revelación divina y disfrutar de placeres mundanos (como ser la comida y la bebida), no solamente no es contradictorio sino que es precisamente a partir de esa capacidad de percibir lo mundano de otro modo, que el ser humano tiene la posibilidad de percibir la revelación divina.
Basado en el versículo de los Salmos que dice "Gustad y ved que es bueno Adonai" (34:8), el Baal Shem Tov hace un juego de palabras y dice: "Allí donde degustas y ves que es bueno, pues allí está Adonai".



Después de la interpretación del Baal Shem Tov, aprendemos que fue precisamente en el acto, en apariencia profano, de sentarse a comer y beber que Moshé, Aarón y el resto de los "notables" presenciaron la revelación divina!  El vínculo de ellos con lo divino fue justamente comer y beber.


El Rabino Guido nos enseña que la celebración compartida alrededor de una mesa nos hermana y nos acerca y, por lo tanto, hace que la presencia de Dios esté más cerca de cada uno de nosotros.


 
Los pepinos ANTES
A nosotros nos encanta compartir la mesa con muchos amigos, y encontramos la presencia Divina hasta en unos simples pepinos.




Los pepinos DESPUES

Pepinos en sal – Wasser-Gurken

En memoria de la abuela Margarita bat Fany

Esta receta es una adaptación de dos recetas: una de un libro de cocina húngara (A Taste of the Past – András Koerner) y otra de “Jerusalem” de nuestros viejos conocidos Yotam y Sami.
Es una técnica muy fácil: los pepinos se ponen a fermentar en una salmuera con especies varias, por dos a tres días. Las recetas difieren en la concentración de salmuera para la fermentación y en el tipo de condimentos.  La receta húngara no lleva más condimentos que sal y eneldo (me hace acordar a la abuela Margarita que cuando venía a visitarnos los domingos a Punta Gorda recorría los terrenos baldíos del barrio en busca de hinojo para hacer sus pepinos).  La de “Jerusalem” incluye ajo, pimientas, especies, picante; queda con un sabor más israelí.  Luego de varias pruebas llegamos al nivel ideal de sal y condimentos para los mini-pepinos que ahora están de estación en Montevideo. 

(1)    Lavar bien y enjuagar con agua hirviendo para que quede bien limpio y seco un frasco de vidrio de 2 litros de capacidad.

(2)    Preparar la salmuera: Disolver en 1 litro de agua hirviendo
·         2 cucharadas de sal gruesa

(3)    Lavar bien
·         900 gramos de pepinos chicos, y firmes de unos 10 cm de largo

(4)    En la base del frasco de vidrio poner
·         1 cucharita de semillas mostaza
·         1 cucharita de semillas de coriandro
·         10 bayas de pimienta de Jamaica
·         1 cucharita de semillas de hinojo
·         10 granos de pimienta negra
·         1 pepperoncino (ají picante seco chico)
·         50 gr de eneldo fresco
·         7 dientes de ajo aplastados (sin pelar)
·         2 hojas de laurel


Llenar el frasco con los pepinos, colocandolos ordenados para que entre la mayor cantidad posible y queden bien juntos y bien apretados.

Cubrir los pepinos con la salmuera. Es muy importante que los pepinos queden totalmente cubiertos por el agua salada y que no floten. 

Colocar encima de los pepinos un frasco de vidrio al que le agregamos un poco de agua de forma tal que el frasco con su peso no permite que los pepinos floten. 

Dejar fermentar por 2 – 3 días hasta que los pepinos cambian de color.  En este momento están firmes y crocantes.

Guardar en la heladera por 3 semanas (¡si no se los comen antes!).



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