Toldot
Esta semana la Torá presenta un drama familiar que gira en torno a la comida. El alimento como fuente de vida, amor y sustento, pero también como motor de placer, poder y satisfacción inmediata.
El texto relata el embarazo de Rivka e Itzjak, el nacimiento y crianza de sus hijos mellizos Iaacov y Esav, y nos describe la transacción en la cual Itzjak compra la primogenitura a su hermano Esav por un plato de lentejas.
Como en todo drama familiar que se precie de tal, la culpa siempre la tienen los padres: Itzjak prefería y amaba a “Esav diestro cazador, hombre del campo” mientras que Rivka favorecía a “Iaacov, hombre íntegro, que habitaba en tiendas” (Bereshit 25:27-28). Esav es presentado con las características tradicionales masculinas mientras que Iaacov está asociado a las femeninas.
Continúa relatando: “Y cocinó Iaacov un guisado; y vino Esav del campo y (estaba) cansado.” Iaacov seduce a su hermano con el guiso de lentejas y Esav contesta:”He aquí que yo voy en camino de la muerte, y ¿para qué me sirve la primogenitura?” (Bereshit 25:29-32).
Comenta el Rabino Soloveitchik que Esav está desesperadamente cansado y hambriento, no solo por el esfuerzo de la caza sino porque no tiene fé para encontrar significado a su vida en tiempos difíciles. No le encuentra sentido a la vida y la inevitabilidad de la muerte. O puede ser que la persona que tiene hambre pierde la capacidad de ocuparse de pactos y obligaciones espirituales?
Pero lo más perturbador de este episodio es por qué Iaacov le pone un precio al plato de comida, en vez de actuar como se espera de un hermano, dándole a Esav el alimento que precisa.
Para que nunca nos falte un rico y caliente plato para convidar a nuestros hermanos, elegimos para esta semana una receta con el fruto de una de las primeras legumbres cultivadas en el Cercano Oriente, y base de la receta diaria: un guiso de lentejas.
Guiso de lentejas
6 porciones
Se puede congelar
Mientras preparamos las verduras, lavar y poner a remojar en agua hirviendo
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500 gr lentejas
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Saltear en una olla grande
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1 cebolla o 2 cebollas de verdeo, picadas
2 ramas de apio picado (opcional)
1 morrón rojo picado
2 dientes de ajo picados
3 cucharadas aceite de oliva
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Agregar
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Las lentejas (escurridas)
2 tazas pulpa de tomate
1 cucharita pimentón dulce
1 cucharita orégano seco
1 cucharita tomillo seco
½ cucharita pimienta de cayena
Agua hasta cubrir las lentejas
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Cocinar tapado a fuego bajo, 30 minutos.
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Agregar
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4 zanahorias cortadas en cubos chicos (1/2 cm)
Sal, pimienta
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Cocinar por otros 20 minutos, hasta que las lentejas y las zanahorias estén blandas.
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Antes de servir agregar
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2 cucharadas perejil picado
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Servir acompañado de queso parmesano rallado.
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Yo le sacaría el queso parmesano rallado, y, le agregaría una buena porción de choricitos kosher !!! Mmmm, mmmm, se me hace agua la boca !!!!
ResponderBorrarGracias Reuben por la idea. Sos un transgresor!! Hacer lentejas sin queso, no se me había ocurrido, pero puede funcionar. Cuando hay conflicto carne-leche tendemos a vegetarianizar la receta.
ResponderBorrarAhora, como le agregás un comentario a la parashá para que incluya la innovación del chorizo kosher con las lentejas?