Reé


Moshé presenta frente al pueblo la posibilidad de elegir entre bendiciones y maldiciones dependiendo si obedecen o no a Dios. En esta parashá se detallan muchas de las leyes incluyendo las que tratan de kashrut (dieta judía) y las condiciones bajo las cuales podemos comer carne.
"según el deseo de tu alma podrás carnear y comer carne en cualquiera de tus ciudades, de acuerdo a la bendición que el Eterno, tu Dios, te ha dado" (Deuteronomio: 12:15)
Este versículo marca un cambio fundamental. Hasta este momento, los animales domésticos (vacas, ovejas, cabras) se podían carnear únicamente en los santuarios, ya sea para sacrificios o aún cuando el único propósito era para usarlos como comida. Esta regla era conveniente cuando era posible tener varios santuarios a través de la tierra. Pero al entrar en la tierra de Israel, se restringen los santuarios a un solo lugar (Deuteronomio 12:4-7). Esto afectó la vida religiosa de los israelitas, incluyendo el sistema de sacrificios, la celebración de las festividades, y hasta el sistema judicial. Un único santuario significaba que se hace difícil de cumplir con la regla de carnear únicamente en el santuario. Aquellos que vivían lejos hubieran podido comer carne solamente en las pocas veces que lo visitaban. Para evitar esta limitación, es que se comienza a permitir el carneado de animales fuera de los santuarios, y así “podrás carnear y comer carne en cualquiera de tus ciudades”. Este es un ejemplo (y en la misma Torá) de cómo en nuestra tradición las reglas se adaptan al cambiar las condiciones y el contexto. Dios entiende que una ley debe ser modificada si hay un deseo que viene del alma.

Entonces para acompañar la carne, un buen chimichurri. Lo básico del plato es la carne, pero el condimento le agrega ese gusto especial que queremos. Con el chimichurri transformamos la carne en un plato rioplatense; nuestro.

Salsa chimichurri

Mezclar
1 cucharada vinagre manzana
1 cucharita adobo
1 cucharita orégano seco
1/2 cucharada de sal gruesa 
1/2 taza agua

Dejar reposar unos minutos para que se disuelva la sal y se hidraten las hierbas secas

Agregar y mezclar bien
3 cucharadas aceite oliva
1 taza perejil picado
2 cucharadas morrón rojo picado
1/4 taza cebolla verdeo picada
1 cucharada ajo picado

Guardar tapado en la heladera.

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