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Vaiakel - Pekudei

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Comida caliente - sin fuego La parashá de esta semana comienza con el pueblo reunido nuevamente en el Monte Sinaí, donde Moisés habla al pueblo y le instruye: No encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado. (Éxodo / Shemot 35:3) Este texto es la fuente en la que se basaron los Saduceos (Siglo I EC) y Karaitas (Siglo IX EC) para la prohibición de encender fuego en Shabat y su uso para iluminar o cocinar. Ellos observaban el Shabat a oscuras, transformándolo en un día de abstinencia, sin lámparas ni comida caliente. Pero los Rabinos, por el contrario, estaban totalmente en desacuerdo. Transformaron el Shabat de un día de cosas prohibidas, a un día de placer que incluye disfrutar de una buena comida caliente y el encendido de las velas de Shabat en los hogares para iluminar la mesa y permitir interactuar y conversar. Pero claro, con una advertencia: se puede hacer uso de los beneficios del fuego en shabat, pero ¡no encender fuego durante shabat! En ép

Ki Tisa: celebrando el Shabat, las mujeres y la diversidad

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Shabat - nuestro palacio en el tiempo En esta parasha al concluir las instrucciones para la construcción del Tabernáculo (Mishkan) nos encontramos con las reglas para observar el Shabat. El mandamiento de Shabat se describe en unos versículos que son parte de nuestras oraciones el viernes de noche (en el Kabalat Shabat) y en el kidush del sábado de mañana. Los hijos de Israel observarán el Shabat a través de los tiempos. Será una alianza eterna entre Mí y los hijos de Israel, testimonio de la creación del mundo en seis días, mas en el séptimo día culminó Dios su obra y descansó. ( Shemot - Éxodo 31: 16 - 17) La palabra clave es la última: "descansó".  Dios termina su obra y descansa. Los hijos de Israel terminan de construir el Tabernáculo y les toca descansar. De la misma forma que todos nosotros descansamos luego de una semana de trabajo. Enseña el Rabino Abraham Joshua Heschel : en el judaísmo no tenemos grandes catedrales - tenemos el Shabat que es nuest

Truma: recetas para dar y recibir

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A partir de la parashá de esta semana, el resto del libro de Éxodo se centra en la construcción y función del Mishkan - Tabernáculo, la estructura portátil que aloja al Arca y a las Tablas con los Diez Mandamientos.  Damos y recibimos La Rabina Silvina Chemen comenta que la construcción del Mishkan se hace posible con los aportes de toda la comunidad: Habla a los hijos de Israel y que tomen [ve ikju] para Mí una ofrenda [truma]; de toda persona cuyo corazón le motive, tomarán Mi ofrenda. (Shemot – Éxodo 25:2) El texto usa la palabra Ve-ikju – "tomen" que puede ser tanto “tomar” como “traer, entregar”  ya que los aportes se dan, no se toman. Pero es “tomen” porque el que da siempre recibe algo. Es el sentimiento de ser generoso y hacer realidad algo importante; es el hecho de compartir con otros un emprendimiento; es saber que podemos entregar algo de valor sin sentirnos disminuidos. Algo así pasa cuando cocinamos: es mucho esfuerzo; lleva tiempo y recurs

Mishpatim: comer - una experiencia religiosa

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La Parashá de esta semana, Mishpatim, está conectada con la de la semana anterior por su contenido y por la conjunción "Y": " Y éstos son los juicios (mishpatim) que pondrás delante de ellos" (Shemot-Éxodo 21:1) Hasta este momento veníamos leyendo narrativa, pero a partir de esta lectura encontramos leyes y reglas que forman parte del sistema legal hebreo. Se detallan las leyes que se inspiran en los diez mandamientos que recibimos en el momento del Sinaí (que leímos en la parashá de la semana pasada), para que los tengamos presentes en el espíritu de nuestras acciones diarias. En esta parashá nos encontramos con una secuencia de juicios o normas de vida y de muerte; de ojo por ojo y diente por diente; de relacionamiento entre esclavos, amos y vecinos.  Y en medio de todas estas situaciones tan humanas, aparece la imagen de un cabrito y su madre con la prohibición: No cocinarás el cabrito en la leche de su madre (Éxodo-Shemot 23:19) Rashi nos d